Orlando City Soccer Club. Ese es el nombre del equipo al cual pertenece el venezolano Moisés Tablante, quien, a base de su talento, ha abierto los caminos que conducen al éxito. Como para jugar debe ocupar una plaza de extranjero, todavía no ha podido ser parte de la primera escuadra, demostrando en el equipo filial, la categoría de un joven luchador, obseso del trabajo y firme ante cualquier reto, haciéndose sentir en cada encuentro que disputa, con asistencias rápidas y precisas.
Es zurdo y juega por la banda izquierda, encarando a los laterales con determinación y haciendo uso de la diagonal como recurso para desnivelar en zona de promesas goleadoras. De pequeño, perteneció a la Escuela Secasports, hasta que, a finales del 2016, inició su aventura internacional, pisando la tierra de Mickey Mouse en búsqueda de un propósito.
“He ido ganando espacio en el club, desde estar en las categorías menores, hasta hacer pretemporada con el equipo principal. No he podido debutar por un tema de papeles, porque ocupo plaza internacional y me han dicho que soy parte del futuro. Lo he asimilado con calma, esperando que llegue mi oportunidad para aprovecharla”, dijo.
El venezolano sabe que constancia y talento son las premisas de quien lejos quiere llegar, sacando provecho de la segunda característica, para trabajarla a diario en cada entrenamiento. Llegar a la MLS es un sueño por cumplir, que más temprano que tarde será realidad, porque sus presentaciones en cada encuentro convencen a la institución púrpura.
“Actualmente, solo estamos disputando amistosos, pero en todos he marcado y dado asistencias, aunque me gusta más lo segundo, porque es lo que más busco por mi manera de jugar. En el último partido, contra Cincinnati, marqué uno y asistí dos. Me siento bien en el equipo y me entiendo de buena manera con todos mis compañeros”, aseveró Tablante.
Pertenecer a la Agencia Secasports también es una tarea cumplida, para seguir dando pasos firmes en una prometedora carrera. Tiene apenas 20 años, todo un futuro por delante y cualidades lo suficientemente buenas como para escenificar grandes episodios como profesional del balompié. Ser llamado a la Vinotinto es otro de esos inmensos objetivos, que solo pueden estar trazados en la mente de alguien que piensa en grande porque se conoce.
